Aparentemente el conductor de la unidad no vio al hombre que se dedicaba a la recolección de metales. Falleció en el acto. Comenzaron las averiguaciones para determinar las circunstancias del caso.
El basural municipal de Caleta Olivia, en el norte de la provincia de Santa Cruz, fue escenario de una tragedia que dejó al descubierto una realidad muchas veces invisibilizada. Un hombre que recolectaba materiales reciclables fue atropellado por un camión transportador de contenedores, en un hecho que, más allá del impacto inmediato, desnuda las condiciones de extrema vulnerabilidad en que viven y trabajan miles de personas en todo el país.
De acuerdo a la información preliminar a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas y lo consignado por el portal de noticias InfoCaleta, el suceso ocurrió este mediodía, cuando el vehículo ingresó al predio para cargar un contenedor. Según testigos presentes, el conductor no habría advertido la presencia de la víctima, quien se encontraba en plena recolección de cables de cobre, metales y otros desechos con valor de reventa. “El camión venía a levantar un contenedor y no lo vio. Fue un accidente terrible”, relató con voz temblorosa uno de los testigos, que prefirió no dar su nombre.
El impacto fue fatal. La víctima murió en el acto, sin que se pudiera hacer nada por su vida. Hasta el momento, no se ha informado oficialmente su identidad, aunque se trataría de un hombre mayor de edad que frecuentaba el predio en busca de materiales reciclables para subsistir. En el lugar trabajó personal de la Policía de Santa Cruz, del área de Criminalística y el servicio forense, quienes realizaron las diligencias correspondientes para el levantamiento del cuerpo y el inicio de las actuaciones judiciales.
Más allá del accidente —cuya investigación determinará si hubo negligencia o fallas de seguridad—, el hecho vuelve a poner en el centro del debate una problemática estructural: la existencia de trabajadores informales de la basura, conocidos comúnmente como “cirujas” o “cartoneros”, que desarrollan sus tareas en condiciones deplorables, muchas veces sin protección, sin derechos laborales ni cobertura sanitaria.
La Opinión Austral