A diario asistimos a discursos, apariciones públicas y entrevistas de las autoridades electas en la provincia, quienes muestran cierta dureza a la hora de referirse a la futura gestión que emprenderán a partir del 10 de diciembre de este año.

La postura pre-gestión, es la correcta, pero no se si la esperada. Si bien estamos acostumbrados a una dialéctica histérica y desbordada de la clases política nacional en todos los órdenes (oficialismo y oposición), en una provincia donde transcurrieron 32 años de dominio, autoritarismo, mayorías absolutas y se instituyó el “hago lo que se me canta”, en todos los órdenes por parte del oficialismo, necesitamos ver un poco más de pragmatismo y mayor claridad conceptual, de quienes ya son virtuales funcionarios de la nueva gestión y especialmente de parte del Gobernador, Claudio Vidal.

Salvo las últimas declaraciones realizadas por el Vicegobernador electo, Fabián Leguizamón, relacionadas con las graves irregularidades que ocurren dentro de la Caja de Servicios Sociales, especialmente en el área de derivaciones, prometiendo investigar y denunciar al presidente de la Obra Social por negocios con hoteles en Buenos Aires y las muy malas condiciones de los servicios que prestan en CABA a los enfermos y acompañantes, no hay (al menos públicamente) una arremetida frontal contra los miles de casos de corrupción y desmanejos administrativos que hemos informado todos estos años, o al menos la promesa de investigar, ir a fondo y denunciar penalmente a los responsables.

¿Habrá algún tipo de condicionamiento con el cual llega el nuevo gobernador? ¿Será precavido hasta ver y acceder a las pruebas concretas de cada ilícito concretado, ocurrido y conocido, aunque la mayoría de ellos permanecen en absoluta reserva, dado que sus actores aún están en funciones?. Vidal ya ganó, por lo tanto, no tiene que simular nada y mucho menos esconder la mugre bajo la alfombra. ¿O estará obligado a hacerlo por causas que desconocemos?.

El mensaje, con advertencias y alguna amenaza subliminal incluida en sus discursos y declaraciones, no resultan suficientes para generar un cambio. Ya ganó, es virtual gobernador a días de asumir ¿Qué espera para decirle a la gente, a sus votantes y a quien no lo votó, que va a iniciar una cruzada épica en Santa Cruz, para sacar a la provincia de la miseria, la postergación y el atraso y exponer a sus responsables?.

No solo sus discursos aparentan tener una digresión y cierta inconexidad con la realidad que vive el pueblo de esta provincia (porque solo se focalizan en un futuro aún incierto), sino que se percibe una propensión “a mirar hacia adelante” y eso está bien, pero todos esperamos de quienes aparecen como recambio, traigan intactas las ganas de marcar diferencias y proyectar los temas postergados en Santa Cruz, sin embargo, eso no puede opacar el gran objetivo que debe prevalecer en la nueva gestión: hacer los cambios profundos, virar 180º la metodología política y administrativa, ventilar la corrupción enquistada y perseguir y denunciar a los responsables.

Ese será el cambio; el verdadero y único cambio. Ha llegado la hora de hacer, de implementar reformas y pilotear un barco escorado, pero la metáfora no estaría completa si la nueva tripulación busca encauzar el rumbo, usando las mismas estructuras y la misma gente cuya ineptitud, la puso al garete.

¿Claudio Vidal posee un equipo completo y eficiente de personas necesarias y aptas para realizar ese cambio?. Todo indicaría que va usar cosmética en los puestos de conducción y áreas de mayor peso político, pero abajo quedará la estructura del viejo FPV y si esto es así, todas las buenas intenciones se agotarán allí. Por eso es tan relevante el mensaje que dan estos días a medida que se acerca la asunción.

Los dichos de Leguizamón son concretos y esperanzadores. Está viendo la falencia, critica la metodología, advierte la corrupción, denuncia y promete adoptar la acción correctiva ni bien asuma. Así debe ser.

No veo en el gobernador electo la misma propensión a remover las impurezas de tantos años de kirchnerismo afianzado en una provincia que, como dijera el propio Néstor Kirchner, si rascás un poco, sale pus.

Si Claudio Vidal asume sin cambiar las bases mismas del poder central, administrativo y de gestión, no solo de los puestos políticos como todo parece indicar, llegará condicionado y cada vez más seguido escucharemos de su parte el mensaje de que es necesario “mirar hacia adelante” y se apagará la promesa necesaria de ir a fondo y poner a la vista pública a los responsables de tantos años de desquicio, ilegalidad y corrupción que nos llevaron a estar como estamos y precisamente, motivó que él ganara las elecciones en este cambio histórico de poder impulsado por las urnas, que le exige ser distinto en la actitud y en la acción.

Ruben Lasagno para OPI Santa Cruz

Por Infomix

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *