TiempoSur habló con Ariel Arroyo y Juane Braccalenti, quienes desde la remota Patagonia continúan cautivando con su música y expandiendo los horizontes de música patagónica en el escenario nacional.

Ariel Arroyo y Juane Braccalenti, dos talentosos cantautores de Santa Cruz, se destacan en la escena musical con su particular forma de hacer su música con identidad patagónica. Mientras Arroyo se codea con artistas nacionales produciendo canciones y se prepara para los Premios Gardel en los que se encuentra postulado, Braccalenti cautiva al público en los festivales de la provincia y se prepara para el lanzamiento de un nuevo material.

Ambos artistas trazan un vibrante camino hacia el futuro, reafirmando el arraigo de la música patagónica que -como todo- evoluciona, cambia, se bifurca. Desde un mismo barro toma de aquí y de allá y va creciendo de la mano de lo diverso, encontrando inspiración en los momentos de coyuntura, sin perder la alegría de vivir, de dedicar su vida, a seguir haciendo lo que aman: música.

Ariel Arroyo: de la Cuenca hacia los Premios Gardel

En el tranquilo y remoto escenario de 28 de Noviembre, la música no es solo una melodía que suena, es un eco que reverbera en la identidad misma de su gente. Ariel Arroyo, un cantautor de esa tierra, nos comparte su universo sonoro, donde cada acorde es una historia, y cada verso es un viaje introspectivo.

Ariel fue seleccionado como postulante a los “Premios Gardel 2024” por su trabajo en el álbum “Patagón». “La verdad es que estoy recontento porque sería para mí la segunda vez, participando. Vamos a ver qué pasa», comenta sobre su postulación.

Ariel se fue abriendo paso de un tiempo a esta parte, a fuerza de constancia. Su nombre es ya sinónimo de Patagonia en los escenarios, un testimonio del tiempo y esfuerzo invertidos en su carrera. «Sí, es consecuencia del tiempo, del trabajo. De profesionalizar todos los días, un poco más el trabajo, disciplinarlo», reflexiona. Y Ariel no lo dice solo por la satisfacción personal, sino también por contribuir al desarrollo de la música patagónica en el escenario nacional. Pero, ¿en qué lugar del escenario nacional está la música patagónica?

«Creo que necesita mucho de nuevos compositores, gente que se anime a cantarle, que tome la posta, en el género que sea, que tome la apuesta a esta cuestión identitaria», señala, destacando la importancia de preservar y difundir la riqueza cultural de su región.

Resulta interesante ver la paleta de colores que la diversidad de la música patagónica viene pintando. Y tiene relación con esto que señala Ariel, sobre la evolución de la música folclórica. “Cada vez, con más frecuencia se observa esta tendencia hacia la inclusión y la diversidad. Incluso empezando a pensar, ya no, no el folclore como una unidad vertical, sino también que se empieza a nutrir de muchas otras músicas, de muchas otras culturas», señala.

Para el cantautor, la música es más que una expresión artística; es un vínculo con la tierra, las tradiciones y la esencia misma de cada lugar. «Es un hecho cultural que se va fundamentando en las creencias, en los mitos, en la identidad, y bueno, y tiene un arraigo muy fuerte al lugar».

Mirando hacia el futuro, Arroyo anticipa emocionantes proyectos, incluyendo la presentación de su último disco Patagón y el estreno de un videoclip. A pesar de los desafíos que enfrenta como artista, su pasión y dedicación permanecen inquebrantables. «La música siempre me está dando señales. De tener que seguir, seguir y seguir», reflexiona, revelando la insondable magia que impulsa su travesía musical.

En cada nota, en cada acorde, Ariel desafía la búsqueda de la identidad con un decir y hacer patagónico que va más allá de los kaanis y loncomeos. Su música nos desafía a conocer un universo de emociones y experiencias, donde la música trasciende fronteras y nos conecta con lo más profundo.

Juane Braccalenti: manteniendo viva la música patagónica

Hablar con Juane Braccalenti, es sumergirse en su mundo musical cargado de influencias patagónicas y una energía que contagia. Este verano lo encontramos trabajando en un restaurante en El Calafate, donde ofrece un repertorio ecléctico que va desde canciones del mundo hasta aquellas, si se quiere más de narrativa patagónica, que son sus propias composiciones.

Con emoción, nos cuenta sobre su reciente presentación en la Fiesta de la Cereza, donde su banda, compuesta por cinco músicos, brilló con su sonido característico. «Este año arrancó con todo, porque nos presentamos en Los Antiguos a principios de enero, en formato banda. El recibimiento del público es hermoso, siempre». Son cinco músicos los que lo acompañan en esta etapa y con quienes ha forjado una relación sólida que se transmite en cada presentación.

Como referente cantautor de Santa Cruz, y consultado sobre la evolución de la música patagónica, Juane no duda en destacar el crecimiento de una nueva generación de artistas que exploran sus raíces con orgullo y mucha pasión.

«Creo que cada uno, con su estética, con su forma, con su búsqueda personal, va de alguna manera colaborando en esto, que es la música joven», reflexiona Juane, resaltando la camaradería y el espíritu colaborativo entre sus contemporáneos.

“Yo no conozco a todos, pero sí conozco a algunos que están decididamente componiendo música de raíz patagónica. Y pienso, por ejemplo, en Yoel Hernández (Chubut), o en Ariel Arroyo.  Es gente que eligió, de alguna manera, la canción de autor con raíz patagónica. Y me parece que está buenísimo, porque mi sensación es que la Patagonia es una región muy grande y que tiene mucho para mostrar. Que hay mucho, lo que pasa es que no se difunde tanto, pero mi sensación es esa, que nos van conociendo de a poco”.

La conexión profunda que este cantautor establece con su público es evidente en cada anécdota que comparte. “Me pasó con una persona que asistió a una de mis presentaciones, que venía de Alaska, que hablaba español, y me dice, que escucho tus canciones, y me llevan allá a Alaska. Entonces, por el frío, por el ritmo lento de la canción, por la nieve, el viento, son esas cosas que no te esperás, que ya lo siento muy de acá, pero de repente se ve que el sur, o el frío, tiene que ver también con el ritmo de las canciones, con los paisajes, las geografías que están en las canciones, y que de alguna manera llegan a la otra persona, que en este caso era extranjero, son esas cosas que no te esperás», cuenta Juane.

“Me siento muy valorado de cada vez que canto mis canciones, porque siento que tienen un impacto, y que la gente lo recibe sorpresivamente, y por lo que me dicen, llega”.

Con un nuevo material en gestación, anticipa un tercer disco aún más íntimo y personal, reflejando su constante evolución artística y su profundo lazo con la tierra que lo vio crecer.

Las voces de Ariel Arroyo y Juane Braccalenti resuenan como un eco desde la Patagonia, tejiendo una trama musical que fusiona raíces con horizontes más amplios. Si hay algo más que tienen en común ambos artistas, es que sus trayectorias, están marcadas por la disciplina, la pasión y el compromiso con sus orígenes. Su arte refleja la evolución constante de la música patagónica, que se nutre de diversidad y se proyecta hacia el futuro. Queda el desafío, también, para quienes comunicamos, de seguir acompañando su ruta, para que así como allanan el camino ellos, otros puedan avanzar y nosotros seguir difundiendo. 

TiempoSur Digital

Por Infomix

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