El fallo de la entidad estatal generó malestar en padres, madres, alumnos, alumnas, gremio docente interviniente, autoridades locales y comunidad toda; al sostener el pronto reinicio a clases escolares sin la reparación de mampostería del que no se han pronunciado con acciones desde el Gobierno Provincial. Los padres unidos solicitan un informe de un Ingeniero Civil y que instituciones adherentes presten espacios para desarrollar el ciclo lectivo normal y seguro.
El Consejo Provincial de Educación dictaminó el reinicio a clases para los alumnos del Colegio Secundario N° 5 «Martín Miguel de Güemes» de Perito Moreno, a sabiendas de que han pasado casi 2 semanas sin reparación de mampostería en el Gimnasio de la institución, como si nada hubiera ocurrido. Las instalaciones, no cuentan con un informe técnico al respecto desde la entidad provincial, y por lo pronto, la única solución de María Cecilia Velázquez como Presidenta de esta institución, es terminar de cursar el año con una abertura en pleno gimnasio, a cielo abierto.
Por ello, los padres y madres de alumnos se reunieron esta tarde, cerca de las 17:00 Hs, y en común acuerdo solicitarán al Consejo Provincial de Educación, la posibilidad de que sus hijos cursen en otras instituciones adherentes para cerrar el ciclo lectivo de la mejor manera posible, así como también se sostiene el pedido de un Ingeniero Civil que informe como se encuentra técnicamente la institución ante vientos en la zona de Perito Moreno; para esta semana, soplaran vientos del NorOeste desde los 52 a 96 Kilómetros por hora, y la seguridad, no está contemplada para el alumnado.
Este próximo lunes 30 de octubre, padres, madres y alumnos exigirán que se cumplan estas 2 peticiones, y que las autoridades del establecimiento traduzcan este pedido a las autoridades competentes que no están presentes físicamente en Perito Moreno, y que deberían conocer los riesgos que pueden padecer alumnos y alumnas.
Bajo el lema «con la seguridad de nuestros hijos no», los padres y madres retendrán la voluntad de llevar a sus hijos a clases «normales», sin exponerlos a situaciones de peligro en su propio colegio, del que no comunicaron un plan de restablecimiento edilicio, al menos hasta hoy.