A días de asumir la gobernación, el gremialista que sucederá a Alicia Kirchner dice que denunciará en la Justicia la corrupción y adelanta que va a “acompañar a Milei”
“Se acabó la corrupción”, “Hay una población pobre con funcionarios enriquecidos”, “Reduciremos los impuestos”, son algunas de las frases que repite como mantras Vidal, el sindicalista petrolero que derrotó al kirchnerismo, que llevaba 32 años en el poder.
En una entrevista con LA NACION, Vidal asegura que sus principales objetivos de gestión son lograr 190 días de clases y escuelas en condiciones, impulsar proyectos productivos y mejorar el control de las cuentas públicas. Cree que necesita un año y medio para poner en marcha la provincia y propondrá una profunda reforma en la Justicia, a la que critica por el avance de La Cámpora dentro de su estructura.
Vidal recibió a LA NACION frente a la costanera local, en la oficina donde organizó su bunker y mantiene las reuniones en las que ultima detalles de su gabinete mientras toma mates endulzados con miel.
Padre de tres hijos (de 19, 13 y 7 años), Vidal es el mayor de tres hermanos, criados junto a dos primos con muchas penurias y gracias al esfuerzo de su madre. Vidal recuerda que trabaja desde los siete años. Hoy, a punto de asumir como gobernador, tiene los números de la provincia en su cabeza. No necesita revisar papeles ni mirar su celular.
-¿Qué diagnóstico tiene de la provincia que recibe después de esta larga transición?
-No hubo en estos cuatro meses una transición ordenada. En el gobierno hicieron todo lo posible para que nosotros no podamos tener acceso a la información. No hay una respuesta de por qué Servicios Públicos no tiene memoria y balance hace nueve años ni de por qué tiene un déficit fiscal de que ronda los 1700 millones por mes. Tampoco tiene balances el IDUV y no hay respuesta de por qué el Consejo de Educación se movió con tanta soberbia, tratando de que no podamos acceder a la información.
-¿Cómo se encuentra el Estado?
-Ante tanta desidia, desde afuera no es difícil darnos cuenta de la situación real del Estado. Hay algunos síntomas, como 60 días sin clases, que hablan solos. La educación es un problema histórico en nuestra provincia y lo vamos a resolver. Entre el 47 y el 49% de los ingresos dependen netamente de la coparticipación nacional. Ya es una alerta, es un rojo que nos tiene que preocupar a todos: ¿qué se hizo con tanta producción?
-¿Qué respuesta tiene para eso?
-Es gravísimo que en una provincia que es la segunda en extensión territorial del país, con 377.500 habitantes, su mayor ingreso dependa de la coparticipación nacional. Tenemos petróleo, tenemos plata, tenemos oro, tenemos gas, tenemos energías renovables. Tenemos actividad pesquera, paisajes hermosísimos y, sin embargo, estamos en esta situación en donde casi el 50% del ingreso es de la coparticipación nacional.
-¿Qué expectativa tiene para la próxima gestión de YPF?
-La operadora pierde producción en Santa Cruz desde el 2015 y esto no es por la [falta de] mano de obra calificada, sino por la falta de inversión. Lo más triste es que el directorio de YPF está conformado por santacruceños. En los últimos años, YPF estuvo muy politizada. Ojalá que al nuevo gobierno le vaya bien y que YPF sea federal, con todo lo que eso implica. Todas las áreas que pierden producción tienen que volver al estado provincial. A partir del 10 de diciembre próximo, realmente no me importa en manos de quiénes están esas áreas; son del pueblo de Santa Cruz y hay que ponerlas en marcha.
¿Cuál es su propuesta en materia energética para Santa Cruz?
-Los yacimientos de Santa Cruz tienen que ser explotados por una Fomicruz [la sociedad estatal de la provincia] ordenada, con capacidad de gestión y desarrollo, con una visión más industrial, y hay que darles la gran posibilidad a las empresas pymes regionales de que tengan las unidades económicas en nuestra provincia porque significa el fortalecimiento de la actividad comercial, la generación de empleo genuino.
-¿Piensa implementar reformas en la actividad minera?
-Chubut y San Juan tienen la misma ley nacional que nosotros, pero la diferencia es que mientras Santa Cruz genera el 47% el 45% de la extracción nacional de oro y plata, contra San Juan que genera el 24,3%, a San Juan, por la mitad de la extracción de oro y plata, le quedan más ganancias que a nosotros… ¿Por qué? Porque en esas provincias hay empresas locales e insumo local. En Santa Cruz, la actividad es meramente extractiva y solo queda el 3%. Hoy la minería es totalmente rentable sólo para el empresariado y para algunos funcionarios de la política partidaria, de la política gremial. Hay que promover a las pymes, trabajar con las cámaras empresariales, los municipios y los ministerios de Producción y de Trabajo en un esquema que nos permita fortalecer la actividad pensando en los santacruceños.
-¿Está de acuerdo con el uso que se dio a los fondos Unirse y los del CFI?
-El fondo Unirse fue creado en base al compromiso social empresarial que deben tener las empresas que ahora explotan los recursos no renovables en Santa Cruz y muchas veces fueron fondos que terminaron pagando festejos o festivales, como los fondos del CFI, sumas millonarias, mientras tenemos pibes que no tienen para comer, escuelas que no funcionan por la falta de gas, por la falta del servicio eléctrico, porque no tiene agua, porque llueve más adentro que afuera. Pero para recitales gastaban fortunas.
-¿Qué plan tiene para cambiar el ejercicio del Estado?
-Políticas muy claras: sólo va a cobrar el que va a trabajar y hay que dejar de robar. Nadie más puede robar en la obra pública. En mi provincia roba el que está encargado de la licitación -con complicidad de todos los sectores- y roba el que está encargado de guardar las diez bolsas de cemento. En la educación pasa exactamente lo mismo: roban todos. En la salud lo mismo, [roba] el que está a cargo de comprar los medicamentos, el que está encargado de pagar las internaciones ambulatorias, pero también el que está encargado de limpieza y se lleva el rollo de papel higiénico. Roban todos y eso se va a acabar.
-¿Cómo se revierte?
-Con el ejemplo que tenemos que dar desde el Ejecutivo y con mucha política de control. Es un mensaje poco simpático para el que no quiera entender que no puede seguir viviendo del Estado. Yo cito un ejemplo: mi mamá, que crió a tres hijos y dos sobrinos con la única ayuda de la caja PAN, nos enseñó el valor del esfuerzo, que se sale adelante con ideas claras como que hay que levantarse temprano. Es todo lo que hoy no sucede en gran parte de la sociedad, el Estado está enfermo. Me dicen que el Estado no tiene deuda, y sí tiene, un Estado con el treinta y pico de pobreza es un Estado con deuda. Y si trabajamos en general el equilibrio fiscal, en un año y medio, dos como mucho, comenzamos a ver una provincia nueva.
-¿Cómo proyecta alentar la inversión privada?
-En Santa Cruz tenemos Zona Franca Industrial y Comercial libre de impuestos, pero está desactivada. Obviamente también dependemos de una cuestión nacional, yo creo que si el Presidente trabaja en dos o tres propuestas que sean viables y tentadoras para el privado, vamos a generar una actividad fuerte en distintos sectores. Queremos crear parkings industriales con acceso a la energía y al gas, y de esa forma podemos generar energía libre de impuestos para ciertas zonas estratégicas que estén a mano de los nuevos desarrollos, ya sea hidrocarburos de Palermo Aike, o proyectos mineros para una próxima refinería de oro y plata o una refinadora de combustible.
-En cuatro años, ¿qué debería haber logrado para terminar su mandato conforme?
-Quiero que la educación esté funcionando, los pibes con 190 días de clase anuales y escuelas en condiciones; una economía que no dependa en un 50% del ingreso de la coparticipación nacional, y una Justicia que realmente funcione. Me dicen que necesito jueces afines y yo lo que necesito son jueces que entiendan, que cumplan con su función como debe ser y no sean militantes de un espacio político. La Cámpora superpobló la Justicia nombrando fiscales que tenían denuncias penales y creando nuevas secretarías en una situación complicada económicamente; además de que las instalaciones de los edificios de la Justicia realmente dan lástima por la falta de mantenimiento. Vamos a trabajar en una reforma judicial.
-¿Van a denunciar posibles casos de corrupción en la gestión pública?
-Haremos una auditoría general del Estado y ante la posibilidad de un delito por administración fraudulenta, haremos las presentaciones en la Justicia. La justicia también tiene que saber que los vamos a estar observando.
-¿Renunciará al gremio que dirigió diez años?
-Ahora pido licencia y si todo marcha bien, renunciaré ante la Comisión Directiva y me retiro.
-En una provincia gobernada desde hace 40 años por el peronismo, ¿en qué lugar se ubica Usted dentro del peronismo?
-Yo hablo de trabajo y practico el trabajo. Eso ya marca la diferencia con la actual dirigencia política. Sí, mi ideología tiene que ver más con gran parte del peronismo, pero del peronismo de los años ‘50, cuando producíamos maquinaria agrícola. Lo que tuvimos los últimos años no es peronismo. ¿Cuál fue la justica social del kirchnerismo?
–¿Le preocupan las políticas de ajuste que Milei pueda aplicar en Santa Cruz?
–Yo creo que a Javier Milei hay que acompañarlo, voy a acompañar a Javier Milei, y si se equivoca, hay que hacérselo saber. No va a ser una tarea fácil acomodar el país, pero soy uno de los gobernadores que lo va a acompañar. Lo voy a ayudar. Me preocupa parte de su discurso con respecto a YCRT [Yacimiento Carbonífero Río Turbio], con respecto a represas, porque son obras que se deben poner en marcha, pero hay que rediscutir las ganancias que quedarán para la provincia.
Mariela Arias para LA NACIÓN