El gobernador electo analiza, junto al vicegobernador Fabián Leguizamón, enviar este mes el proyecto en una sesión extraordinaria, según pudo saber este medio. Las posibilidades que están sobre la mesa para el nuevo sistema electoral en Santa Cruz y la obligación de un consenso por la paridad que habrá en la Legislatura.
Son días convulsionados desde lo político para la Argentina y Santa Cruz. A días de que se dé el traspaso del poder, se empiezan a poner en agenda cambios en los sistemas electorales de la Nación y también de la provincia. Guillermo Francos, que será el ministro del Interior de Javier Milei, confirmó que el próximo presidente avanzará en la eliminación de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), propuesta por el santacruceño Néstor Kirchner y que fue establecida por Cristina Kirchner en 2009. Y, en paralelo, en Santa Cruz, Claudio Vidal busca cumplir en diciembre con una de las promesas más importantes que hizo en campaña: derogar la Ley de Lemas.
Este sistema electoral, que llegó a Santa Cruz –y a varias provincias más– a fines de los ochenta, consiste en que el voto es doble y simultáneo, es decir que el ciudadano cuando vota por un sublema (candidaturas o listas), lo hace automáticamente también por el lema (frente electoral o partido político). Hay un punto en común entre las PASO y la Ley de Lemas: permite que los partidos políticos presenten más de un candidato y la interna sea dirimida directamente por la sociedad en las urnas. Agotado hace tiempo, el sistema electoral de Santa Cruz es cuestionado hace décadas y llegó a su peor versión en las últimas elecciones municipales. Con récord de listas por las intendencias y por las concejalías en varias localidades, el 22 de octubre coincidió con las elecciones generales nacionales y el cuarto oscuro estaba repleto de boletas, a tal punto que costaba hasta encontrar a los candidatos y candidatas.
Vencido por su propio instrumento electoral, el gobierno provincial que se va el 10 de diciembre erró en la estrategia (principalmente con la candidatura de Guillermo Polke, que sumó a Unión por la Patria menos de 500 votos), Vidal aprovechó, tras un acuerdo con distintas fuerzas políticas de la oposición, el debilitamiento y se quedó con el Poder Ejecutivo Provincial luego de más de 30 años de kirchnerismo en Santa Cruz. Mientras termina de confirmar al gabinete que asumirá junto a él este domingo, Vidal ya analiza junto a Fabián Leguizamón, vicegobernador electo, enviar en una sesión extraordinaria en diciembre un paquete de medidas (ahí va a estar el presupuesto 2024 que no se trató en ordinarias), en el que estaría el proyecto para la derogación definitiva de la Ley de Lemas. “La idea es hacerlo ahora en diciembre”, dijo a este medio una alta fuente al tanto de las negociaciones.
Sobre el sistema electoral que se implementaría en Santa Cruz, hay sobre la mesa, por el momento, dos opciones. La primera es que la provincia se adhiriera al sistema electoral nacional, en el que el presidente y vicepresidente son electos de manera simultánea y directa por el pueblo y según los resultados puede haber –como sucedió este año entre Milei y Sergio Massa– una segunda vuelta electoral (balotaje), agregada en la reforma de la Constitución de 1994. La otra es que se trate el proyecto que presentó el exdiputado Javier Pérez Gallart, fallecido por Covid-19 en 2021, el cual intentó derogar la Ley de Lemas y detalla en el artículo 2: “La elección de Gobernador/a y Vicegobernador/a de la Provincia y de los Intendentes Municipales y Diputados/as provinciales por Municipio, se realizará directamente y a simple pluralidad de sufragios en un todo de acuerdo a los Artículos 114 y 145 de la Constitución Provincial”. Esta iniciativa buscaba integrar, además, la boleta única de papel para las categorías ejecutivas y legislativas provinciales. Sin embargo, cuentan, están abiertos a trabajar en un proyecto más profundo. “Hay tiempo para hacerlo porque quedan cuatro años”, dijeron a TiempoSur.
Sin la mayoría abrumadora que ha tenido Alicia Kirchner en estos ocho años, Vidal asume con una marcada división de espacios políticos en la Legislatura y, como analizó en este medio hace semanas, eso requerirá una estrategia quirúrgica de Leguizamón para conseguir las manos necesarias, primero para derogar la Ley de Lemas, y luego para aprobar un nuevo sistema electoral. Por Santa Cruz no tendrá mayoría, pero sí contará con once diputados puros. Unión por la Patria, que tuvo que digerir la derrota con el paso de los meses, se quedó con doce legisladores y Cambia Santa Cruz con sólo uno (el concejal Pedro Muñoz).
Con nombres propios, Pablo Grasso tendrá injerencia en los apoyos y ya tiene teléfono abierto con Pedro Luxen y Jorge Caminiti (uno y dos del Ministerio de Gobierno a partir del 10 de diciembre). Y, en menor medida, también Javier Belloni. El exgobernador y diputado electo, Daniel Peralta, queda en una posición cómoda si se lo mira desde un ángulo netamente político: tendrá margen de movimiento para acompañar los proyectos del Ejecutivo y contará con aceitados contactos en el gabinete, teniendo en cuenta que muchos nombres que estarán lo secundaron en sus dos gestiones. La Legislatura volverá a tener rosca política por la paridad que habrá, y el toma y daca, estará presente desde el 11 de diciembre.
TiempoSur Digital