Increíblemente y de acuerdo a las propias palabras del vocero Manuel Adorni “La Justicia ordenó el cese inmediato de la difusión de los audios grabados ilegalmente a Karina Milei en Casa Rosada. Reconoció que se trata de una violación grave a la privacidad institucional y no un caso de libertad de expresión“; la decisión la tomó el juez Civil y Comercial Federal Alejandro Patricio Maraniello, un inmoral que arrastra 6 denuncias por abuso sexual, malos tratos y sigue siendo juez.
El fallo prohíbe la difusión de los audios “a través de cualquier medio de comunicación de forma escrita y/o audiovisual y/o a través de redes sociales desde todo sitio, plataforma y/o canal web” refiriéndose (únicamente) a los audios grabados en la Casa Rosada.
El controversial argumento sostiene “que el derecho a la libertad de expresión debe ceder ante las graves repercusiones que podría conllevar la difusión” de los audios de Karina. “Tal situación configura un daño de difícil o imposible reparación ulterior, lo que da lugar al concepto de peligro en la demora“, agrega.
Sin embargo, el Juez no posee los audios en su poder y tampoco existen pruebas y constancia de que los mismos hayan sido obtenidos y/o grabados en la Casa Rosada.
El gobierno pidió allanamiento a Carnaval Stream, donde se difundieron los audios de Karina y específicamente “la incautación de servidores, discos rígidos, consolas de edición, backups, planillas de programación y toda documentación relativa a la recepción y difusión del material“.
En un hecho sin precedentes, pide allanamientos en los domicilios de los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, del abogado Franco Bindi y del empresario Pablo Toviggino. A ellos, el gobierno le solicita el secuestro de dispositivos electrónicos y documentación.
Toda una libertaria
Increíblemente, la Ministro Patricia Bulrich plantó otra denuncia en el Juzgado Federal de Julián Ercolini por “Violación a la Ley de Inteligencia donde pide censura a los medios y allanamiento a periodistas”.
Paralelamente, María Florencia Arietto (La Libertad Avanza) pidió que la Justicia convoque a periodistas para que informen sobre el origen de audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Es decir, esta política que siempre combatió al kirchnerismo criticando los medios anticonstitucionales que ha usado para gestionar y quien además es abogada, pide que los jueces no respeten la Constitución Nacional.
En sus redes, Arietto manifestó: “Hay que citar a los periodistas para que entreguen las fuentes. Esa información les llega a ellos y también a narcos y terroristas. Es una cuestión de seguridad de Estado; si no lo hacen, cualquier cosa que le pase al Presidente o a Karina será responsabilidad también de ellos”.
Obviamente, de esto, Arietto no vuelve más.
Parecidos pero peores
Hemos criticado los procedimientos del kirchnerismo en 16 años de gobierno, donde se valían de muchos recursos ilegales para presionar, extorsionar y exponer al periodismo crítico y de investigación; hasta llegaron al límite de exponer gigantografía de los periodistas más reconocidos y escupirlos en la vía pública. Pensamos que era una época superada, pero no.
Hoy, quienes se consideran moralmente superiores, han demostrado que son una mala copia de aquella casta corrupta que supo malgobernar el país y fue criticado y denunciado en canales de TV por la propia Arietto y a viva voz por parte del vocero Manuel Adorni; ahora, ambos, junto con Bullrich, Milei, Karina y cuanto satélite ande suelto en el gobierno, Caputo y los Menem, son responsables de esta operación anticonstitucional de censura previa, una muestra de autoritarismo en su máxima expresión.
La teoría del mal menor
Personalmente creo que los audios de Karina Milei son parte de una operación política gestada en el propio gobierno, que filtró unos audios inocuos, sin contenido ni importancia, con el solo fin de manejar la agenda de los medios y tapar que se hable del fentanilo, la red de sobornos y las coimas con los laboratorios.
Esos audios, estoy convencido que son una“filtración controlada” para que se deje de hablar, temporalmente de lo importante. Sin embargo, esto desnuda la desesperación de Milei y Karina por tapar el barro con barro; pero hay algunas cosas que el periodismo nacional y crítico parece no ver.
El escándalo que produjo el juez con su decisión y Bulrich, Arietto y Cía con sus denuncias, tienen que ver con “hacer explotar” esto para desplazar de la agenda pública los verdaderos casos de corrupción e inclusive, los audios de Spagnolo, lo cuales (en este caso) el gobierno no controla y son reales.
Pero si realmente Karina Milei fue grabada como dicen y suponiendo que no haya sido el entorno o ella misma, para simular una operación en su contra, el gobierno está ante un problema mayor: gasta 200 mil millones de pesos en aceitar la SIDE y no le funciona el departamento de Contrainteligencia, el área que debe arbitrar los medios para que no hagan Inteligencia dentro de la Casa Rosada, cuya seguridad, además, está a cargo de la Casa Militar.
Es decir que, acusar a la oposición (especialmente al kirchnerismo) de una acción de este tipo, además de ser increíble, habla muy mal de ellos mismos porque nadie que no sea de su propia tropa, podría tener acceso a las reuniones privadas de esta funcionaria que seguramente no convoca a más de 5 o 6 personas cuando habla en este tipo de reuniones. Es decir, si alguien grabó los audios, es alguien de su entorno más cercano, por lo tanto, si ésto fuera verdad (cosa que dudo), el problema es del gobierno no de la oposición ni de países extranjeros, como dijo Bulrich, tal vez en estado de embriaguez motivacional.
La reacción desmedida y la intención de juzgar al periodismo “preventivamente”, porque vulnera la Ley de Icia, como dijo Bulrich, es un delirio más de esta mujer y parte de esa “opereta berreta” que tratan de instalar, matando al mensajero.
El periodismo no debe dejar de informar y obligar al gobierno que realmente meta preso a cualquier comunicador que difunda esos audios, porque no se está vulnerando ninguna Ley de Icia; es toda una falacia producto de la desesperación del gobierno.
Suponiendo que realmente Karina Milei haya sido grabada, “la inocencia” (por no decir estupidez) del gobierno nacional, es creer que por prohibir que se hable del tema, puede tapar el sol con las manos.
En una época de comunicación global, esos audios (si supuestamente existen, lo cual dudo) pueden ser reproducidos desde Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil o de cualquier parte del mundo y nada podrán hacer para impedirlo.
De lo que se está ocupando el gobierno, en este momento, es silenciar los ecos de la corrupción propia, como antes lo hizo el kirchnerismo, con la diferencia que los Libertario fueron votados por el 56% de los argentinos, pensando que eran mejores.
Rubén Lasagno para Agencia OPI Santa Cruz