Luego de la victoria de Costa y Reyes la semana pasada en la mesa de Cambia, dirigentes de la UCR de toda la provincia se reúnen este sábado 3 de junio para tratar si acordarán o no con Claudio Vidal. La sostenida desconfianza que genera la figura del sindicalista petrolero y sus reiterados acercamientos políticos al Frente de Todos en el último tiempo, no dan claridad a varios dirigentes de la oposición.
Como si estuviesen en un alborotado y frenético cierre de listas –donde siempre quedan heridos-, los sectores que convergen en Cambia Santa Cruz pugnan para quedarse con la lapicera y de esa manera diseñar la estrategia electoral, a dos semanas del cierre de alianzas según impone el calendario electoral. El cónclave de la mesa chica de la oposición hace una semana en Río Gallegos hizo tambalear el inestable orden interno y dejó en evidencia las posiciones de los dirigentes más importantes, en términos electorales, de los últimos años.
Por un lado, estaba la cúpula del radicalismo, el ARI, Encuentro Ciudadano y el Socialismo, quienes con firmeza sostenían que no tenían que incluir a SER dentro del espacio. Y del otro, en soledad, amenazando con no firmar y hasta con romper, había quedado Alberto Parsons, presidente del PRO desde el año pasado y que pedía, de todas las formas posibles, que Claudio Vidal sea incluido en el frente de Juntos por el Cambio, tal vez más influenciado por sus propios intereses que por las necesidades del partido.
El argumento de no incluir a SER en un frente heterogéneo se construyó con el tiempo y fue, en gran parte, por las sucesivas y ambiguas actitudes que mantuvo el dirigente petrolero, más allá de la desconfianza que ha generado por su rol en las elecciones de 2019, cuando sus votos sumaron dentro del lema al Frente de Todos. Cuando se desprendió SER orgánicamente del oficialismo provincial en 2021, con la salida de los pocos cargos que tenía en el Ejecutivo planteó una ruptura en la Cámara de Diputados que no fue tal, ya que de hecho los cuatro diputados siguen integrando el Bloque del Frente de Todos en los papeles.
Había nacido una mínima esperanza en la oposición santacruceña, pero también nacional, de acordar y concluir con más de 30 años de kirchnerismo.
Pero, luego de ser electo diputado nacional, Vidal tuvo un permanente acercamiento al Frente de Todos y acompañó múltiples proyectos que provenían del Ejecutivo nacional y de los legisladores peronistas. En los últimos meses se reunió encriptadamente con dirigentes de peso y operadores del Gobierno y escuchó ofertas para tratar de cerrar un acuerdo con el FDT que le permita mantener una estructura sólida en el armado político y un lugar de privilegio en la lista para agosto. No prosperó, en ese momento, por detalles.
“Vidal hace días dijo que charla no sólo con la oposición, sino también con el oficialismo. Y eso, para el electorado, no es sano (…) Se siente cómodo tanto con uno, como con otro, y eso no es sano. Para nosotros puede ser un caballo de troya”, dijo, hace unos meses, Marcelo Saa, presidente del Comité Río Gallegos de la UCR. Para no pocos radicales, el pensamiento de Saá es compartido y sintetiza la postura oficial del partido centenario en la capital provincial.
La foto del jefe de SER con Pablo González, presidente de YPF, y Fernando Cotillo, intendente de Caleta Olivia, en la inauguración del Feedlot “Pioneros” del Sindicato en zona norte a principios de mayo, le abrió los ojos a más de uno e hizo enfurecer a quienes pedían a gritos su inclusión en JxC. En ese acto, Vidal no estuvo acompañado de dirigentes opositores, con alguna salvedad, y continúa rodeado de exministros y exsecretarios de Estado del peronismo en Santa Cruz. También se mostró en los últimos días con Pablo González, presidente de YPF en la firma del acuerdo para la exploración no convencional en la cuenca austral (Palermo Aike), que todavía circula, en formato publicitario, en las redes sociales. Desde un núcleo opositor analizan que Vidal ha utilizado las reglas electorales para beneficio propio y que, con tal de llegar al poder, vive haciendo movimientos contradictorios.
Pese a esto, la fragmentación en Cambia Santa Cruz persiste, la discusión sube de tono y se conjetura que habrá un clima realmente caliente en la Convención Radical en Puerto Deseado, que se llevará a cabo este sábado por la tarde. En ese encuentro los integrantes votarán si incluyen o no a Vidal en el frente, insistirán en cerrar dicho acuerdo. El pedido proviene del sector disidente al “costismo”, que paradójicamente encabeza Raúl “Pirri” Martínez, presidente de la Convención.
El toma y daca por la votación está en su plenitud y la rosca va a aumentar con el correr de los días. En el entorno del senador Eduardo Costa, la diputada nacional Roxana Reyes que se afianza en los 58 mil votos obtenidos en la última elección legislativa y el intendente de Puerto San Julián Daniel Gardonio (actual Presidente de la UCR Santa Cruz), hombre respetado y firmes convicciones que des de el inicio estuvo en desacuerdo con la sospechosa alianza, confían en un resultado positivo mientras Martínez se ilusiona con quebrar la postura de la mesa de Cambia y desplazar a Costa y Gardonio en la conducción del partido radical.
Vidal, que luego de atacar a Costa sigue sin fijar una clara postura y manifiesta que sigue hablando con todos los espacios, espera atento, y con cierta resignación, las definiciones junto a su círculo más íntimo para planificar sus próximas acciones políticas.
Una palabra define la decisión de no cerrar con SER: desconfianza. Para no pocos, Vidal no es confiable como aliado político, tiene un módulo operativo repetitivo ya que se paso coqueteando con el FdT y Cambia Santa Cruz por igual, y la lógica de algunos de querer cerrar solo se entiende ante la eventual promesa de acceder a toda costa a algún cargo. Los mismos que sostienen que Vidal solo va a «utilizar» a Cambia para llegar al poder y después romper los acuerdos.
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