El financiamiento chino para las hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic vuelve a estar en riesgo. Washington condiciona un préstamo a que el gobierno de Javier Milei reduzca la influencia de Beijing en sectores estratégicos.

La construcción de las represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz vuelve a quedar atrapada en la disputa geopolítica entre Estados Unidos y China. Según trascendidos difundidos en el canal TN, el gobierno de Donald Trump presiona a la administración de Javier Milei para frenar proyectos de infraestructura financiados por Beijing, entre ellos las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.

El periodista Joni Viale aseguró en su programa que “a Estados Unidos no le gusta que tengamos swap chino, 5G de Huawei, represas en Santa Cruz y centrales nucleares”. Las declaraciones llegaron pocas horas después del encuentro de Milei con Trump en la Casa Blanca, donde el republicano reafirmó su apoyo financiero al gobierno argentino.

De acuerdo con fuentes diplomáticas, Washington evalúa otorgar un préstamo de hasta 30.000 millones de dólares, pero con la condición de que Argentina reduzca drásticamente la presencia china en sectores estratégicos. Entre ellos se encuentran la energía, el litio y la infraestructura vinculada al agua dulce.

Las represas de Santa Cruz, que cuentan con financiamiento chino desde 2014 por unos 4.700 millones de dólares, avanzan lentamente: hasta 2024 solo alcanzaron entre un 20 y un 35% de ejecución. Pese a los intentos recientes por reactivarlas, la presión estadounidense podría dejarlas nuevamente en el limbo.

El antecedente inmediato es la paralización del proyecto nuclear Atucha III, también financiado por China, que fue congelado por decisión del gobierno argentino en línea con los reclamos de Washington.

En este contexto, Santa Cruz aparece como escenario de una pulseada mayor. Mientras el gobernador Claudio Vidal viaja a China para intentar garantizar los desembolsos, la Casa Rosada se alinea con la agenda de Trump. El resultado es un panorama de incertidumbre: los proyectos hidroeléctricos, demorados durante más de una década, corren el riesgo de convertirse otra vez en víctimas de la geopolítica global.

La Opinión Austral

Por Infomix

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