Clima y mercados se mantuvieron en general bien para cerrar una buena zafra y comercialización. Aunque pesan los costos internos y los competidores (como el gigante Chile) obligan a una «ingeniería» comercial ágil e inteligente.
La zafra “cerecera“ 2023/24 cerró mejor que la anterior, aunque con varios asteriscos. Mejor en cantidad, mejor en calidad, estable en precios de exportación, deprimida en el mercado interno. Hablamos con un referente de la producción en Los Antiguos que puso presente y futuro bajo la lupa.
“La producción de cerezas en Santa Cruz, específicamente en su epicentro productivo, Los Antiguos, ha tenido un año con una cantidad de fruta más que aceptable“, abrió el fuego Omar Salinas, apoderado de Frutos del Valle Patagónicos SA, una empresa que produce en Los Antiguos y también en la provincia de Chubut.
La cosa no venía fácil. En la zafra anterior, en plena floración, hubo una helada tardía que ocasionó para algunos productores la pérdida total, para otros el 50% y otros menos. “Esta situación de heladas tardías, especialmente sobre productores que no tienen riegos por aspersión para controlar heladas (que son la mayoría de los productores pequeños de Los Antiguos), genera cada dos o tres años pérdidas cuantiosas”, reforzó Salinas.
Pero en esta zafra el clima fue bastante bueno, salvo unos vientos fríos hacia fines de noviembre que generaron abortos en algunos frutos. Algunas variedades sufrieron más que otras. Sin embargo, según contó Salinas, “como había una superproducción en planta, los abortos que se produjeron generaron mayores pérdidas en algunas variedades, pero en otras generó mermas que fueron positivas porque permitieron tener frutas de mejor calibre“.
Al poner el foco estrictamente en lo climático de la reciente campaña, Salinas confirma que “fue un año muy bueno en cuanto a que no se produjeron grandes heladas en primavera, especialmente en floración, y eso hizo que la cantidad de frutos fuera muy buena”. También hubo “algunas temperaturas demasiado altas sobre fin de diciembre y principios de enero que generaron algunos problemas en la maduración de la fruta, ocasionando algunos problemas de calidad, puesto que cuando hay altas temperaturas hay una fuerte deshidratación que genera debilidad en el pedúnculo, entre otras cosas”.
“Así las cosas, la producción general de nuestro grupo, que comprende alrededor de 10 productores, con algunos más grandes y otros más pequeños, fue cercana a las 400 toneladas“, apuntó Salinas. Vale aclarar que esa producción incluyó un campo nuevo que tiene unas 12 hectáreas productivas, por lo que hubo 80.000 kilos (unas 80 toneladas más) que no aparecían en las cuentas de los años anteriores. “El año pasado, con la helada habíamos tenido apenas 100 toneladas y el promedio de campañas anteriores era de 150 a 250 toneladas, era lo que veníamos manejando, con esta finca nueva que esperamos aporte otras 100 toneladas cuando esté en firme”, contó Salinas.
“Fue una producción despareja, algunos productores que pensaban tener más tuvieron menos y otros que pensaban tener menos, lograron más, pero en general ha sido un año de muy buena producción en kilos y algunos detalles de calidad que tendremos que mejorar”, contó el productor.
Recordemos que en Argentina la cereza se produce desde Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut hasta Santa Cruz. Nuestra provincia produce unas 1.450 toneladas, lo que representa entre un 10 y un 15% del total nacional.
¿Y el mercado?
En cuanto al negocio en sí, hay que separar el mercado interno de la exportación. “El interno fue muy malo, en particular los primeros días de enero y hasta los primeros días de febrero con precios muy bajos, porque quedó mucha fruta de Mendoza con mala calidad después de las fiestas, entonces la venta fue muy mala, no pagaba ni los costos”, lamentó Salinas. Y aunque después de la primera semana de febrero el asunto mejoró, ya era bastante tarde, quedaban apenas una o dos semanas de producción”.
En cuanto al mercado externo, en esta campaña se exportó cerca de 7.000 toneladas a nivel país. Argentina ronda las 11.000 y 12.000 toneladas porque se exporta el 60% promedio de lo que se produce en total. Para comparar con el vecino gigante en el negocio, el número 1, Chile, produce 500.000 toneladas. “Y pensar que cuando empezamos en esto, hace dos décadas, producíamos lo mismo”, refiere Salinas.
La Opinion Austral