Álvarez cuestionó duramente los tres períodos presidenciales y una vicepresidencia nacional encabezados por santacruceños: «Fueron 16 años desperdiciados, tirados a la basura. ¿Qué quedó en Santa Cruz después de todo eso?»
El jefe de Gabinete y candidato a diputado nacional, Daniel Álvarez, volvió a cargar contra el kirchnerismo -o, como lo denomina, «Unión por la Patria» y «Frente para la Victoria»- al que responsabiliza de haber dejado un legado negativo, plagado de oportunidades desperdiciadas, obras inconclusas y una imagen de corrupción que marcó a la provincia.
«La Santa Cruz distinta que nunca fue»
Álvarez sostuvo que, a pesar de contar con el gobierno nacional, la provincia y las intendencias alineadas durante más de una década, no se aprovecharon esas oportunidades para transformar Santa Cruz. «Podríamos haber tenido una Santa Cruz distinta, pero lo que hubo fue falta de planificación. Los pueblos crecieron en población, pero no en infraestructura», criticó.
Reconoció que en 2003, con Néstor Kirchner en la presidencia, hubo un compromiso de desarrollo e industrialización para dejar de ser «el patio trasero del país». Sin embargo, señaló que «a partir de 2010, con su ausencia, ese movimiento cambió para mal y vino otra cosa totalmente distinta para nuestra provincia».
«Los pirómanos quieren enseñarnos a apagar el fuego»
En referencia a los actuales dirigentes kirchneristas en la oposición, Álvarez lanzó una dura metáfora: «Los pirómanos nos quieren enseñar cómo apagar el fuego». Sostuvo que quienes hoy cuestionan al gobierno provincial son los mismos que generaron los problemas. «La gente está harta de las mentiras. El verso no se lo traga nadie. Queremos propuestas y proyectos, no discursos vacíos», remarcó.
16 años «tirados a la basura»
Álvarez cuestionó duramente los tres períodos presidenciales y una vicepresidencia nacional encabezados por santacruceños: «Fueron 16 años desperdiciados, tirados a la basura. ¿Qué quedó en Santa Cruz después de todo eso?»
Para graficar, enumeró una larga lista de obras inconclusas o abandonadas:
El cuartel de Bomberos de Caleta Olivia, paralizado tras una derrota electoral.
El astillero de Caleta Paula, que iba a ser el más importante de la Patagonia y quedó detenido.
El estado crítico de la Ruta Nacional Nº 3 y la circunvalación de Caleta Olivia.
Una ruta en Puerto Deseado «que conduce a la nada» y fue objeto de burla nacional.
El aeropuerto de Gobernador Gregores, con la pista inexistente, el edificio destruido y el personal trabajando en condiciones precarias.
La persistencia de generación aislada con motores que consumen $100 millones mensuales en combustible en localidades como Gobernador Gregores, Perito Moreno y Los Antiguos, en vez de estar interconectadas.
La Ruta Nacional Nº 40, cuyos certificados se pagaron, pero la obra nunca se hizo: «Se destruyó el movimiento de suelo y quedó intransitable, aislando comunidades rurales en invierno».
La ausencia de un quirófano en el hospital de Los Antiguos, que puede significar la diferencia «entre la vida y la muerte» en situaciones de emergencia.
«Cuna de la corrupción»
Álvarez también criticó el estigma que dejó esa etapa: «Nos dejaron a los santacruceños el mote de ser la provincia cuna de la corrupción. Hubo gente que hasta ocultaba su origen por miedo al maltrato».
Sobre la frase «robaron pero hicieron», fue categórico: «Eso no es cierto. No hicieron lo que había que hacer. Las obras inconclusas, la falta de hospitales y escuelas lo demuestran. No hay nada que justifique el robo».
Minería: riqueza que no volvió
Finalmente, apuntó contra el manejo de la renta minera. Aseguró que durante décadas se extrajeron oro y plata bajo declaración jurada por parte de las empresas, sin que eso significara un retorno tangible para la provincia: «No vimos hospitales nuevos, ni escuelas, ni mejores salarios públicos. La riqueza se fue y Santa Cruz quedó igual».
La Vanguardia Noticias