El apartamiento de Julio Gutiérrez del Ministerio de Trabajo de Santa Cruz representa cierto alivio para dos sectores productivos importantísimos para la provincia como lo son la minería y el petróleo.
El ahora extitular de la cartera laboral había impulsado una medida “unilateral“ que impactaría de lleno no sólo en las operadoras, sino también en los trabajadores y en los grupos familiares: cambiar el régimen laboral de catorce por catorce (14×14) a siete por siete (7×7).
“Esperemos que no avance esta locura“, era la frase que repetían empresarios de la minería santacruceña al anoticiarse de la resolución unilateral e inconsulta que desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Cruz pretendían instalar.
Si bien desde el sector empresarial tenían confianza en que la iniciativa no prosperara, dado que poseen muchos argumentos para demostrar la inconstitucionalidad y las implicancias negativas que tiene para los trabajadores en términos de seguridad, bienestar y accidentología, ahora el hecho de que su impulsor no esté más a cargo de la cartera laboral implicaría, a priori, un barajar y dar de nuevo en estos términos.
Según los argumentos esgrimidos en la resolución, este cambio radical en el régimen de trabajo es por cuestiones de salud para el personal, como así también relacionado al tema del desarraigo, debido a que se encuentran dos semanas enteras en sus puestos laborales, lejos de sus familias.
Ante esta novedad, de la que la industria se enteró recién cuando salió la resolución, hubo una reunión de todas las operadoras para decidir los pasos a seguir. “Es completamente lo opuesto a lo que la industria minera necesita en este momento“, le había revelado un alto ejecutivo del sector a La Opinión Austral cuando recién trascendió el objetivo del ministerio.
Por ello, no sólo el escándalo del fin de semana en su casa -con la presencia de funcionarios provinciales armados y alcoholizados tras un choque (ver más aparte, página 6)– fue una de las causales de su apartamiento en el cargo, sino también medidas como las que buscó instalar y por las que tuvo un fuerte repudio de dos sectores clave para la provincia.
En una de sus últimas apariciones públicas, el ahora exministro de Trabajo, Julio Gutiérrez, estuvo en la primera reunión del Consejo Federal del Trabajo, en Buenos Aires. Allí habló del “tejido laboral y social” y repitió el discurso del Gobierno acerca de una provincia recibida como “saqueada”. “Eso hizo que nuestro panorama sea completamente diferente y que comencemos esta política pública en materia de generación de empleo, que es este 7 por 7 que ahora está en discusión“, dijo sobre la resolución de mediados de septiembre, que hoy parece quedar en stand-by y que fue una de las razones que motivaron al gobernador a pedirle su renuncia en el cargo.
La Opinión Austral