La formación docente atravesó uno de sus peores años en el país y Santa Cruz quedó entre las provincias más afectadas. Dos informes recientes revelaron que cada vez menos personas eligen estudiar para ser docentes y que las escuelas —tanto públicas como privadas— enfrentaron serias dificultades para cubrir cargos durante 2024. La tendencia se consolidó a nivel nacional, pero la provincia registró una caída del 40% en su matrícula, ubicándose entre los retrocesos más pronunciados del país.

El análisis elaborado por Argentinos por la Educación confirmó que entre 2015 y 2024 la cantidad de estudiantes inscriptos en los Institutos Superiores de Formación Docente (ISFD) descendió 5% a nivel nacional, pasando de 523.169 a 498.443 alumnos. La caída fue más marcada en 16 jurisdicciones, entre ellas Santa Cruz, que figura detrás de La Pampa (-50%) y Catamarca (-45%). En el mismo período, solo ocho provincias lograron aumentar sus matrículas, como San Luis (+52%) y Río Negro (+50%), contracara de lo que sucedió en gran parte del país.

El informe también destacó que Santa Cruz se ubicó entre las provincias con menor cantidad de estudiantes en formación docente durante 2024, con 84.936 inscriptos. En contraste, Buenos Aires (151.908), Chaco (48.372) y Santa Fe (35.422) concentran más de un tercio de la matrícula nacional.

En paralelo, una encuesta realizada por la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Argentina (AIEPA) mostró otro aspecto crítico: el 90% de las escuelas privadas consultadas tuvo dificultades para cubrir al menos un cargo docente en los últimos meses. El problema se profundizó en el nivel secundario y en áreas específicas como inglés (52%), informática (43,4%) y física-química (33,2%). También se registraron dificultades en la cobertura de grados y salas, donde el 62,2% de las instituciones reportó vacantes sin cubrir.

Los testimonios recogidos por AIEPA coinciden en que los procesos de búsqueda se extendieron durante meses y que las condiciones laborales dejaron de resultar atractivas. Varias escuelas reconocieron haber recurrido a personal sin experiencia o sin formación completa para poder sostener el ciclo lectivo. La falta de incentivos, junto con los salarios más bajos de los últimos veinte años —según datos de la Secretaría de Educación de la Nación—, explican parte del escenario.

En el caso de las escuelas técnicas y agrotécnicas, la problemática se agrava por la competencia directa con el mercado laboral profesional. Los perfiles requeridos para materias específicas —como veterinarios, ingenieros agrónomos o técnicos especializados— suelen optar por trabajos mejor remunerados fuera del ámbito escolar.

La crisis no es solo local. Según datos difundidos por UNESCO, el déficit mundial ya alcanza los 44 millones de docentes. En América Latina y el Caribe se necesitan 3,2 millones para cubrir vacantes y reemplazar a quienes abandonan la profesión, principalmente por sobrecarga laboral, bajos salarios y falta de reconocimiento. Entre 2015 y 2022, la tasa de abandono docente en el nivel primario se duplicó, pasando del 4,6% al 9%.

Los informes advierten que, sin políticas específicas de incentivo y condiciones laborales más competitivas, la formación docente continuará perdiendo estudiantes y las escuelas seguirán enfrentando dificultades crecientes para garantizar la cobertura de cargos.

TiempoSur Digital

Por Infomix