La provincia tiene la mayor cantidad de minas metalíferas en producción. Sin embargo, carece de un proyecto nuevo que dé continuidad a los que están cerca de cerrar. Esto se repite en el país: en 10 años Argentina se podría quedar sin exportaciones de oro y plata.
Cuando se habla de potencial minero, el contexto global que se plantea para Argentina es altamente promisorio, sobre todo en cuanto a la creciente demanda del litio y del cobre, que son los minerales más buscados para la transición hacia la electromovilidad y la digitalización de las sociedades . Pero si se apunta a la realidad minera, ¿cuáles son las operaciones que en concreto hoy sostienen a la actividad a nivel nacional?
De acuerdo con el último informe mensual de la Secretaría de Minería de la Nación, las exportaciones mineras alcanzaron en el primer trimestre los USD 1.020 millones, lo que implicó, al compararse con igual trimestre del año pasado, un incremento del 17,4%.
A la hora de desglosar cómo se compone es cifra total, se observa que las exportaciones de minerales únicamente metalíferos acumularon en los 3 primeros meses del año USD 753 millones: en ese conjunto están el oro, que aportó USD 543 millones (5% del total exportado); la plata, USD 199 millones (20% del total exportado), y el resto de los metalíferos completaron USD 11 millones (1% del total exportado). Es decir que, en el presente, las productoras de oro son las que sostienen más de la mitad de lo que genera la minería a nivel nacional.
En tanto, las ventas de litio al exterior alcanzaron en este trimestre los USD 233 millones, creciendo un 133% interanual, lo que representa el 23% de las exportaciones mineras totales, siendo este dato de exportaciones en términos históricos la mejor posición para los primeros 3 meses de un año. De acuerdo con la cartera minera, el incremento fue explicado por una suba en los precios de exportación y también por un aumento en los volúmenes exportados.
El rol de Santa Cruz
Según el informe sobre el origen de las exportaciones de minerales, que mes a mes actualiza la Secretaría de Minería de la Nación, del total exportado en el primer trimestre del año, el 98,5% fue explicado por 5 provincias: Santa Cruz, Jujuy, San Juan, Salta y Catamarca.
De ese quinteto, sólo las ventas al exterior de Santa Cruz, que concentra gran parte de esas operaciones metalíferas que sostienen los niveles productivos del sector minero a nivel nacional, sumaron unos USD 408 millones entre enero y marzo inclusive, lo que representa el 40% del total registrado en el país (Jujuy la sigue lejos con 23,3%).
En la actualidad, la provincia cuenta en su territorio con siete establecimientos en operación. Detrás la sigue Jujuy con cuatro y el resto de las jurisdicciones mineras tiene dos o menos.
Volviendo a la provincia, entre las minas activas ubicadas en el Macizo del Deseado se destaca Cerro Vanguardia, operativa desde 1998 y en fase de agotamiento, y Cerro Negro, que fue inaugurada en 2014, con una fecha estimada de cierre que podría rondar entre 2033 y 2034 aproximadamente. Ambos yacimientos se ubican entre las mayores 40 operaciones globales en oro y plata.
Con estos datos, es posible dimensionar el peso que tiene la provincia para el sostén de lo que hoy implica el sector minero y toda su cadena de valor.
En la contracara de esto está que, aunque el Macizo apenas ha sido explorado en una décima parte, no hay nuevos proyectos mineros que estén cercanos a la decisión de construcción, es decir, que puedan pensarse como un empalme con los que están sí más cerca de su cierre o agotamiento para darle continuidad a la actividad y a todo su entorno productivo.
¿Década finita?
De esta forma, si se tiene en cuenta a Cerro Negro, que es la mina a la que más años de vida útil le quedan en la provincia, se podría predecir que en poco más de diez años Santa Cruz se podría quedar sin producción de oro y plata y sin proyectos de reemplazo.
Una situación similar se advierte en todo el territorio nacional con relación al oro y la plata: de hecho, en un informe sobre el mercado del oro, que publicó la Secretaría de Minería de la Nación en enero, se indica que se cree que el futuro de la extracción del metal dorado para el país podría estar atado a grandes proyectos de tipo pórfido, cuyo principal producto básico es el cobre y tiene como mineral secundario al oro, como El Pachón, Los Azules, en San Juan y Taca-Taca, en Salta.
Sobre la falta de nuevos proyectos para dar continuidad a todo el sector metalífero, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) hizo una advertencia en el marco de la reunión anual de la Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC) en los primeros días de marzo. En un comunicado oficial, la entidad dijo que en todo el territorio nacional no existe ningún yacimiento de oro en construcción, ni tampoco en etapas avanzadas de desarrollo, como la factibilidad o la prefactibilidad. “Esto significa que puede pasar hasta una década para que en el país se ponga en marcha un nuevo proyecto de oro”, dijo.
El caso del cierre anunciado para el yacimiento de plata “Manantial Espejo” por parte de la empresa Triton, subsidiaria de Pan American Silver, en la localidad de Gobernador Gregores, respalda en parte ese pronóstico, ya que no existe ningún proyecto en carpeta que pueda pensarse para darle continuidad laboral a todo el personal capacitado y a las empresas de servicios que permitan que se realicen las operaciones en la mina.
Así las cosas, las únicas minas que están en plena etapa de construcción en el país son de litio. De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Minería, la efectiva puesta en marcha de seis proyectos, que están algunos construidos ingeniería de detalle, otros definiendo otros trabajos de construcción y tres en etapas avanzadas, podrían posicionar a Argentina hacia 2030 como el segundo productor global del mineral blanco, pero no queda claro si serán suficientes para absorber todo el entorno productivo que va a ir quedando disponible -la mayoría en la otra punta del mapa- a medida que se cierren las minas que hoy lo sostienen.
EL ROL DE ARGENTINA ANTE LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA GLOBAL
El alza en las exportaciones mineras “se va a profundizar durante este año”, aseguró la secretaria de Minería, Fernanda Ávila. Y en ese contexto, destacó “el rol preponderante que está jugando Argentina en el contexto de transición energética”.
En declaraciones a Télam Radio, la funcionaria remarcó que el país “cuenta con los recursos y el capital humano y científico para convertirse en un actor central en este contexto y así lo estamos viendo”, enfatizó, para agregar que “el primer trimestre del año comenzó con muy buenos indicadores, que se tradujeron en el ingreso de divisas para la economía nacional”.
Ávila explicó que “el crecimiento del intercambio comercial del sector forma parte de una tendencia que se ha profundizado en los últimos dos años”. Al tiempo que esto también “fue traccionado fuertemente por las demandas del litio, que tuvieron una variación interanual del 234% y representaron el 18% del conjunto exportador minero, con casi USD 700 millones”, subrayó.
La titular de la cartera de Minería habló sobre las proyecciones del Gobierno y sostuvo que “todo indica que el alza se va a profundizar durante este año”, remarcando que “Argentina cuenta con dos plantas de litio, una en Jujuy y otra en Catamarca, que además están ampliando sus capacidades productivas”.
En el mismo sentido, sostuvo que se espera que otros “seis proyectos ingresen en producción en el corto y mediano plazo, lo que va a permitir sextuplicar nuestra capacidad productiva de litio”, manifestó.
Para Ávila, “el crecimiento de las ventas al exterior encuentra en su principal fundamento en el proceso de transición hacia energías limpias, que ya comenzó en varios países y que va a permitir cumplir con las metas de descarbonización asumidas a nivel nacional”.
“Estamos convencidos de que este contexto de transición energética brinda a nuestro país una ventana de oportunidad para consolidarse a nivel mundial como un actor central en esta industria, como ya lo son Estados Unidos, Suiza, China y Canadá, entre otros países”, ponderó.
“El aumento de las exportaciones no sólo significa más divisas y una macroeconomía más estable, sino también significa una economía diversificada y fundamentalmente más puestos laborales, con salarios por encima de la media nacional, el desarrollo y el apalancamiento de otras industrias y el desarrollo de probadores calificados”, concluyó.
Sabrina Pont para La Opinion Austral