Conocidas las candidaturas provinciales, el cura Juan Carlos Molina aparece como candidato titular de la lista del Frente Para La Victoria. El problema es que, legalmente, el sacerdote está impedido de ejercer la política y cualquier cargo público, sin antes dejar el ministerio clerical o pedir la correspondiente dispensa.
El Código de Derecho Canónico (1983) Prohíbe a los clérigos aceptar cargos públicos con ejercicio de potestad civil (c.285-83) y amplía el concepto al señalar que “Prohíbe participación activa en partidos políticos y sindicatos, salvo autorización eclesiástica por causa grave” (c.287-82).

Por regla general y tal lo establece el Derecho Canónico el sacerdote no puede ser diputado, senador, ministro, gobernador, intendente, juez civil, etc por cuanto se considera el ejercicio de la autoridad política, expresamente prohibido al clero. Esto ocurre en todo el mundo y en España ha sido tema de duros cuestionamientos a la iglesia, toda vez que algunos curas han tratado de forzar estas leyes.
La norma en estos casos en que un sacerdote quiere ingresar a la política debe pedirle a la autoridad de la iglesia (en este caso el Obispo de Río Gallegos) lo que se denomina “una dispensa del estado clerical”, es decir la suspensión lisa y llana de su función de sacerdote.
Llamativamente, Juan Carlos Molina no ha declarado públicamente que haya solicitado dicha licencia al Obispo, la cual debería haber operado antes de su postulación y por supuesto ninguno de los periodistas que “lo entrevistaron” se lo ha preguntado, sino que aparentemente el Obispo local Ignacio Medina no lo ha emplazado a hacerlo o al menos, se desconoce si ello ha ocurrido u ocurrirá. Esto podría generar alguna impugnación legal.
Es preciso recordar que Molina pertenece a la línea política y es amigo del hoy Arzobispo García Cuerva, un sacerdote con ascendencia kirchnerista, quien finalmente, fue quien propuso a Medina en el cargo que tiene actualmente en esta capital.
Casos relevantes
Entre los casos de curas que han ejercido ilegalmente funciones políticas o partidarias en el país, se encuentran Carlos Mugica (1930-1974). Su activismo político e identificación con el Peronismo, terminó con su asesinato en 1974.
Miguel de Andrea (1877-1960): No fue un candidato político pero tuvo un rol muy activo en el debate público y político de su tiempo, especialmente en temas sociales.
Luis Farinello (1937-2018): En 2001, se presentó como candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires. Su candidatura generó un gran debate y la Iglesia le aplicó la suspensión del ejercicio del sacerdocio.
Joaquín Piña (1930-2013): En 2006, el obispo emérito de Misiones, Joaquín Piña, encabezó un movimiento cívico que se opuso a un proyecto de reforma constitucional que buscaba permitir la reelección del gobernador de la provincia.
Agencia OPI Santa Cruz