Por el hecho, la Policía de Santa Cruz demoró a un hombre y a dos mujeres oriundos de Chubut. Intentaban salir de la localidad de Perito Moreno. Todo lo secuestrado será reducido a cenizas.
Una importante cantidad de carne faenada y transportada de manera irregular fue detectada e incautada por la Policía de Santa Cruz, antes que sea comercializada y consumida por la comunidad.
Como se sabe, el hecho que las mercaderías que deban ser contenidas en cadena de frío y que son trasladadas de manera irregular presentan un potencial peligro para sus consumidores debido a las bacterias que pueden cultivarse y, la ley Sanitaria provincial sanciona a quienes trasladen o tengan intenciones de comercializarla.
En esta oportunidad, gracias a los controles preventivos que realiza la Policía en la zona norte de Santa Cruz, lograron detectar un cargamento de más de media tonelada de carne de guanaco que era trasladado de manera irregular y legal.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo establecer que fue en horas de la noche del lunes, cuando agentes de la Comisaría Cabo Linares de Perito Moreno, dieron con una camioneta sospechosa que trasladaría mercadería de manera irregular.
Según pudo saber este diario, por fuentes consultadas, el retén preventivo se hizo en el ingreso a la localidad del noroeste provincial cerca de las diez de la noche de este lunes. A ese lugar llegó una camioneta Peugeot tipo Pick Up que trasladaba en la zona de la caja una importante cantidad de bolsas con carne.
Dentro del rodado habían tres personas. Un hombre y dos mujeres, todos mayores de edad y oriundos de la provincia de Chubut. Uno de ellos abrió la caja de la camioneta y los agentes encontraron todas las bolsas. Fuentes policiales indicaron que se trató de 520 kilos de carne de guanaco faenada.
En consecuencia y, en un operativo llevado en conjunto con los agentes del Dirección de Operaciones Rurales (DOR), procedieron al secuestro de todas las bolsas en cuestión. En el caso intervino el Juzgado de Paz, que determinó que toda la mercadería sea reducida a cenizas en el próximo tiempo, con la presencia de dos vecinos que hagan las veces de testigos.
De esta manera, el cargamento que, potencialmente, iba a ser comercializado en Perito Moreno, no llegó a destino y se salvaguardó la salud de los posibles clientes y comensales.