La escalada en el conflicto entre el sector docente de la ADOSAC y el Consejo Provincial de Educación, es cada vez mayor y se presume que proseguirá agravándose si el Ejecutivo no decide dar marcha atrás en su decisión de cerrar las paritarias y sigue actuando (como hasta ahora) unilateralmente, sin escuchar y discutir posiciones y mucho menos, salario.
A raíz de ello la ADOSAC sacó un durísimo documento (se puede leer entero al pie de esta nota) con términos que exponen un serio conflicto de orden institucional, ante la irreductible posición de la gobernadora quien públicamente atacó al sector docente y particularmente a la ADOSAC, como responsable de la falta de clases y el incumplimiento del cronograma del ciclo lectivo para el 2023.
En el extenso y duro escrito, el gremio ataca la decisión del CPE de implementar la extensión horaria a los días sábados con el fin de “recuperar días de clases” lo que la ADOSAC enmarca en un conjunto de “medidas de hostigamiento y flexibilización laboral”, llevadas a cabo por orden de la gobernadora que se cosntruyen con una persecución a los docentes, a través de descuentos brutales por los días de paro, multas millonarias al gremio y amenaza de quitarle la Personería Jurídica, medidas, entiende la ADOSAC, propias de una Dictadura y no de un gobierno democrático.
Recordemos que ADOSAC recurrió en queja a la OIT (Organización Internacional del Trabajo), ante quien denunció todas y cada una de las acciones que el gobierno provincial viene llevando a cabo en contra de los trabajadores y haciendo hincapié en el cierre del diálogo que propició el propio gobierno. También el gremio docente que viene de realizar el último paro de 72 horas, advirtió que en caso de proseguir esta posición irreductible del Ejecutivo de no abrir paritarias, ni discutir salario y fijar condiciones de manera unilateral, de acuerdo a lo definido en el último Congreso docente, podrían comenzar a aplicar medidas de acción directa (paro) hasta por 96 horas.
La perspectiva de que el ámbito educativo de la provincia logre una paz que asegure a la comunidad un dictado de clases regular y permanente en lo que resta del año, es bastante dificultosa si entre las partes no hay diálogo abierto y si cuando lo hay, las distancias entre ambos son difíciles de acortar por posiciones irreductibles que, inclusive, amplían el conflicto ya existente, toda vez que hay “pase de factura” y reclamos históricos de viejas cuestiones nunca saldadas por parte de un gobierno que, claramente, no está decidido a darle al sector docente, ninguna oportunidad de acordar en términos de intercambio democrático, en discusiones abiertas y de consenso; solo interpreta la “negociación” como la aceptación in límine de su decisión unilateral, tal como lo hace con los otros gremios estatales: ATE, UPCN y APAP.
Agencia OPI Santa Cruz